CRÓNICAS PARDAS: Pinares de Antaño (II)

Tengo un rato libre para seguir hablando de las cartas que nos robaron el corazón y nos vaciaron los bolsillos de la paga semanal a unos cuantos.



Los counter jodían (sobre todo el Power Sink), que te bajasen un Mahammoti hacía que te meases encima, pero que te echasen un control magic, el 2x1 más humillante del momento, a ese Vampiro de Sengir alimentado por Halcones del Céfiro (por ejemplo), te hacía hervir por dentro y acordarte de la familia del de enfrente. Hoy día todavía veo alguna en los torneos de Legacy: me alegro. Debo advertir a los que quieran probar este cartón, que lo lean bien: no pone "te quedas la carta de criatura objetivo para toda la vida"; en mis tiempos no era infrecuente esta heterodoxa interpretación de este encantamiento, de modo que al acabar las partidas, tu querido bicho-pino se infiltraba en el mazo del contrario con suma facilidad.
¿He dicho un poco más arriba Vampiro de Sengir?



Una carta que sigue en activo. Seguro que es la reina del juego casual también en la actualidad. Comenzar una partida así: "pantano, dark ritual, dark ritual, sengir, vas", era quizá lo más grande que se le podía pedir al Magic. No era usual pero tampoco era tan raro. Era un gran pino, y un emblema de su color. Pero había un par de criaturas negras que causaban mayor pánico si cabe:



Con la Reina conseguí ganarle una partida hace mil años a un tipo que jugaba con pack y Juzam y toda la tropa. No olvidará mi cara llena de acné y mi voz todavía con muchos gallos celebrando la victoria. El Asesino sigue en activo, creo. El año pasado vi alguna vez un arquetipo de baraja que no llegó a cuajar basada en asesinos. Era molón. Este tipo de bichos, ya se sabe, atraen el removal y las chispas del contrario como un bicho 10/10 atrae a un niño que acaba de descubrir el Magic.
A continuación un bicho que durante unos meses se jugó más que la oca, lo que resulta chocante pues es realmente malo malo:



Quizá se explique su corto éxito debido a que era una común, valía dos duros, y suponía un factor de agresividad que no abundaba en el pool de cartas comparativamente escaso que teníamos los jugadores en aquellos tiempos. Además, entraba en cualquier mazo por ser artefacto, y al nivel que nos movíamos perder una tierra a partir del tercer turno nos daba lo mismo, ¡alegría!



Otro bicho de los elegantes. Esta culebra también fue el objeto de un proceso de galvanización magiquera. Todo el mundo lo quería (creo que había nacido hacía poco el tipo II, y el color estrella del formato era el azul). Daba por culo desde el principio a los controleros si no conseguían contrarrestar (más o menos por esas fechas el FoW estaba en tipo II). ¿Removal? Por uno verde te la refanfinflaba. Qué recuerdos, qué recuerdos.
Como he puesto sólo una carta blanca, para ir finalizando evoquemos una de este color:



Sencillamente cojonuda. No hay mucho que explicar. Creo que recordar que no siempre estuvo restringida. No quiero ni pensar qué haría una Loam con una de estas hoy por hoy. No hace falta decir que cartas como esta, cuando te tocaban en un sobre y eras pardillo, te daban más asco que otra cosa. Tú que esperabas un Leviatán o una Fuerza de la Naturaleza, y te toca esta mierda pinchada en un palo. En fin.

No me quiero despedir sin evocar nuestra mascota, nuestro emblema, el sentido de nuestra existencia magiquera:



No preguntéis por qué; el Usera's Team venera al Piknita, nos obsesiona y a la vez nos libera. Siempre ha sido así y así será. Diría que es una carta requetemala, pero nuestra religión nos lo prohíbe.

Salud, espero que os haya gustado este "revival".

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